Nos despertamos a las 7am conscientes de que los dos siguientes días con sus correspondientes noches, las íbamos a pasar metidos entre un autobús y el famoso Rail Train of Canadá. La mañana en Montreal amaneció completamente lluviosa, lo cuál no nos importó mucho ya que no íbamos a estar más tiempo allí, cogimos el metro, el cúal estaba a reventar a las 8 de la mañana, la sensación q me ha transmitido el metro tanto en Londres, Toronto como Montreal es que la gente vaga por la ciudad con caras serias y tristes, cuerpos sin alma y sín alegría alguna….algo q por otra parte me reafirma en mi forma de ver y vivir la vida, q desde luego no pasa por vivir en una gran urbe donde todas las personas parecen robots programados q van de un lugar a otro corriendo sin más….!!!!! Bueno después de esta filosofada, q ya tenía ganas de soltar desde hace unos días, continuo..
Después de 6 horas de autobús llegamos a Toronto, por tercera vez en pocos días, y durante 7 horas hasta q saliera el tren nos dedicamos a ingresar dinero en nuestras cuentas canadienses, dar otro paseo por el downtown, comer algo, volver a comunicarnos con familia, amigos etc etc J )) e ir de vuelta a la terminal para recoger nuestras pesadas mochilas, y ya sí de ahí ir a la estación de tren, muy bonita por cierto, para coger a las 22 de la noche el q sería nuestro medio de transporte durante las próximas 36 horas… si si 36!!!!.
Las distancias en Canadá son brutales, y nuestro próximo destino q no es otro q Winnipeg se encuentra a 2300 km de distancia, y esta ciudad está en el centro del país aún.. O sea q nos quedarán otros tantos por recorrer, y no tenemos ni idea de cómo los haremos, pero bueno ahí reside la emoción de la aventura.
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